TÍTULO: FLORES EN LA TORMENTA
TÍTULO ORIGINAL: FLOWERS FROM THE STORM
AUTORA: LAURA KINSALE
Él era uno de los hombres más brillantes y seductores de la alta sociedad inglesa hasta que la tragedia le condenó a un mundo de silencio y locura; ella, un alma sencilla y generosa que creía en el poder de la redención.
Y esta es una de las novelas de amor más hermosas y originales que se hayan escrito.
Desde que fue publicada en Estados Unidos, Flores en la tormenta se ha convertido en una de las historias románticas más elogiadas por crítica y público.
Es uno de esos libros que, por la intensidad y la belleza con que logra transmitir los sentimientos, despierta la admiración de las mejores autoras del género.
(Fuente: Me gusta leer Ficha completa aquí)
OPINIÓN PERSONAL
No os imagináis lo mucho que he reflexionado sobre esta historia, me ha mantenido atrapada en todo momento, pero creo que la autora cometió errores importantes con uno de los personajes. Aunque parece ser que ésta es una de las novelas románticas más aclamadas de todos los tiempos, yo no la conocía. Di con ella en una librería de segunda mano y a pesar de que la sinopsis no contaba casi nada (es la que he puesto al lado de la portada, no sé si en otras ediciones se describe más la trama), me intrigó y no dudé en darle una oportunidad. Lo he leído de manera conjunta con Celes, administradora del blog "Un viaje en papel", y aunque lo he terminado antes que ella, os puedo decir que estuvimos fangirleando mucho hasta que la protagonista empezó a cargarse nuestro romanticismo.
Este libro está protagonizado por Christian, duque de Jervaulx, y Maddy, hija de un matemático con el que Christian debate y realiza cálculos. Maddy tiene 28 años y es una mujer muy seria. Christian tiene 32 y es considerado un libertino incapaz de comprometerse. Antes de que comencéis a pensar que es la típica historia de duque conoce chica inocente y se reforma, ya os digo yo que no es así. Maddy solo ve a Christian en una ocasión antes de que a él le suceda algo que le cambiará la vida y no cae rendida ante sus encantos, su encuentro es especial, pero no parece que vaya a dejar huella en ninguno de los dos. Posteriormente, Christian, que llevaba días encontrándose mal, sufre una especie de ataque y se difunde el chisme de que ha muerto, pero meses después Maddy entra a trabajar en un manicomio dirigido por su primo y descubre que Christian es uno de los pacientes.
Lo que os voy a decir no es un secreto, ya que es fácil deducir qué le ha sucedido a Christian por los síntomas que muestra desde la primera página. A Christian le ha dado un ictus (un accidente cerebrovascular) que le ha dejado diversas secuelas, entre ellas la de no poder comunicarse. En su época es probable que no supieran diagnosticar eso, así que su familia y los médicos creen que lo que ha sufrido es un castigo divino por su comportamiento y que sus excesos le han pasado factura. Aunque el manicomio en el que está es privado y "lujoso", Christian no lo está pasando precisamente bien y la llegada de Maddy supondrá un cambio importante. Todos creen que Christian no se entera de nada, pero ella verá que no es así e intentará averiguar hasta qué punto comprende las cosas y si es posible que su estado mejore.
A mí esto me pareció bastante original, la situación de Christian es inusual y hace que la historia no se centre únicamente en el romance. Los narradores son tanto él como Maddy, por lo tanto, debido a su estado, las partes de él son diferentes y vemos pensamientos que están cargados de confusión y las dificultades que tiene Christian para entender lo que le dicen. En ocasiones, no solo es que no entienda, sino que no es fácil para él recordar algunos conceptos, él mismo dice que "palabra desaparece, desaparece, siempre... se aleja". Sabe lo que quiere decir, pero no sabe qué palabra es la correcta y ni siquiera puede pronunciarla. En ningún momento nada de esto me resultó molesto, creo que le aportaba realismo a la historia y así podía ir comprobando qué sentía realmente Christian y las pequeñas mejorías que experimentaba ocasionalmente.
Tengo que decir que me enamoré completamente de su personaje. Christian es un hombre de buenos sentimientos, puede que hubiera instantes en los que no fuera perfecto, pero sus imperfecciones le hacían aún mejor. Nunca trataba mal a nadie injustamente e intentaba demostrar que merecía una oportunidad.
Se siente atrapado y odia ver la forma en la que algunos le tratan, pero agradece los gestos amables hacia él y está desesperado por volver a ser independiente. Maddy le tiene un poco de miedo al principio, le han dicho que es violento y teme que la pueda atacar, pero muestra valor y se esmera en ayudarle aunque no siempre acierte. Lo que yo valoraba de ella es que sus intenciones eran buenas y me hacía gracia cómo se ponía nerviosa ante pequeños gestos tiernos de él hacia ella.
Entre ambos se va desarrollando una unión que es bonita, hay instantes que son preciosos y te sacan más de una sonrisa.
A pesar de sus dificultades, Christian siempre encuentra el modo de ir sorprendiendo a Maddy con algunas palabras y con ciertas acciones que a mí me hicieron suspirar.
Me emocionaba con los pequeños juegos de seducción que llevaba a cabo y si yo hubiera sido Maddy me hubiera derretido ante Christian más de una vez por lo dulce que podía llegar a ser.
Y ahora vamos con Maddy. Maddy me cayó bastante bien al principio, me gustaba que tuviera carácter, que se preocupara por ver más allá de lo que otros veían, la delicadeza que tenía para ayudar a Christian y al mismo tiempo su capacidad para saber ponerse firme cuando era necesario.
Lo que me confundía en los primeros capítulos es que hablaba de "Amigos" (así, con la primera letra en mayúscula siempre), "Sociedad de Amigos", principios de sencillez en el habla y en el vestir, la fe de los Amigos... Yo no sabía qué era esto y menos aún sabía lo que era una cuáquera, que es lo que resulta ser Maddy. La autora no explica bien este tema, o por lo menos a mí me costó pillarlo, pero resulta que es como una creencia y que la gente que la practica no miente ni considera que haya clases sociales y otras cosas. Yo llegué a escribirle a Celes para preguntarle si ella creía que Maddy estaba en una secta o si ella por casualidad sabía qué era eso de los cuáqueros, pues me sentía realmente tonta hasta que lo entendí.
Y esa dichosa creencia, religión o lo que sea es lo que acabó enfureciéndome. No la creencia en sí, a mí eso me daba lo mismo, lo que me cabreó es que Maddy llevó su fe al límite. Lo bueno es que esto me pasó después de la mitad, hasta entonces, Maddy era un personaje muy prometedor. Como dije, Maddy es una mujer decidida y lo que pasaba entre ella y Christian no era previsible, el futuro de él era incierto y su estado lo complicaba todo.
No hay un amor a primera vista ni mucho menos, hay sentimientos que se van desarrollando gracias a pequeños gestos, pero cuando llega el momento en el que su personaje debe evolucionar, Maddy va y hace lo contrario.
Después de la mitad, Maddy se pone especialmente pesada con eso de ser cuáquera y se niega a ayudar a Christian cuando él más la necesita.
No quiero que se me malinterprete, no digo que tuviera que renunciar a sus creencias por un hombre, pero no es justo que se negara a colaborar si sabía que se iba a cometer una injusticia.
Siempre se respaldaba en que debía hacer lo correcto como cuáquera aunque eso supusiera hacerle daño a Christian. Independientemente de que lo amara o no, por simple sensatez tendría que haber sabido que lo correcto era no estar quejándose y no estar ayudando a regañadientes o amenazando con marcharse constantemente.
Inevitablemente, esto provocaba que yo dudara de su supuesto amor por Christian.
Es cierto que a veces al final cedía, pero previamente se había quejado tanto que me daban ganas de entrar en el libro y gritarle que si no hubiera sido tan pesada nos hubiera ahorrado sufrimiento a todos, es decir, a Christian y a los lectores. En ocasiones (en muy pocas ocasiones), Maddy llevaba razón, pero quería imponer su voluntad y daba a entender que ella era mejor que los demás, le faltaba ser capaz de escuchar a los otros y explicarse en vez de decir que se tenía que hacer x cosa y punto.
A pesar de esto, no puedo darle una puntuación baja a la novela porque me ha mantenido atrapada y cada vez que me ponía a leer me costaba parar porque necesitaba saber qué iba a suceder.
También debo destacar lo que mencioné de que la trama es original y los protagonistas deben hacer frente no solo a los problemas que les causan otros sino también a las dificultades que tiene Christian a raíz de su ictus.
Maddy y Christian son quienes centran la atención la mayoría del tiempo, pero hay pequeñas apariciones de la familia de él que son para complicar aún más las cosas. Quieren despojar a Christian de sus posesiones porque consideran que está mentalmente incapacitado y que pasará su vida recluido en el manicomio. Los únicos buenos en su entorno son un par de amigos que cobran relevancia en la segunda mitad del libro y que son maravillosos. Cuando más enfadada estaba con Maddy, ellos me sacaban una sonrisa por su forma de ser. Respecto a Maddy, su padre es el que realiza algunas aportaciones clave y creedme que adoraréis a ese señor. Y luego hay algunos cuáqueros que... no voy a decir nada, en verdad ellos no son el problema, es Maddy la que con su actitud hizo que me cayeran rematadamente mal.
Los últimos capítulos son de infarto, es difícil dar nada por sentado y se sufre. Ahí quise a Christian más que nunca y me pareció sublime algo que hizo, si hubiera sido una película me hubiera levantado y me hubiera puesto a aplaudir. Con Maddy no me voy a repetir, aprecié a su personaje y también la odié a muerte, pero agradezco algunas escenas preciosas que la autora hizo que tuvieran ella y Christian.
No voy a hablar de cómo son las escenas románticas porque considero que podría ser spoiler, yo leí una reseña cuando todavía no había terminado el libro y me sorprendió saber algo. Solo os diré que todos y cada uno de los momentos de este tipo son geniales y están adaptados a las circunstancias de los protagonistas.
Si os gustan las novelas románticas, es posible que ésta pueda gustaros. Sus 543 páginas no os dejarán indiferentes, de eso estoy segura, lo que no os puedo prometer es que no os exasperaréis viendo ciertos comportamientos que ya he explicado.
Valoración del libro: 8/10 "Una historia de amor que se sale de lo común y que tiene momentos verdaderamente preciosos entre Christian y Maddy, sus protagonistas. El principal fallo es que ella comienza a mostrarse antipática después de la mitad, lo que hizo que yo dudara en varios momentos de sus sentimientos. En cambio, él es maravilloso y a mí me robó el corazón y sufrí y me emocioné con todo lo que le iba pasando y con lo que hacía".
Todo lo expresado anteriormente es mi opinión, esto no significa que esté en contra de otros puntos de vista u otro tipo de opiniones. Si queréis preguntar algo o queréis dar vuestra valoración, no dudéis en dejar vuestro comentario, siempre que lo hagáis de modo respetuoso.
No os imagináis lo mucho que he reflexionado sobre esta historia, me ha mantenido atrapada en todo momento, pero creo que la autora cometió errores importantes con uno de los personajes. Aunque parece ser que ésta es una de las novelas románticas más aclamadas de todos los tiempos, yo no la conocía. Di con ella en una librería de segunda mano y a pesar de que la sinopsis no contaba casi nada (es la que he puesto al lado de la portada, no sé si en otras ediciones se describe más la trama), me intrigó y no dudé en darle una oportunidad. Lo he leído de manera conjunta con Celes, administradora del blog "Un viaje en papel", y aunque lo he terminado antes que ella, os puedo decir que estuvimos fangirleando mucho hasta que la protagonista empezó a cargarse nuestro romanticismo.
Este libro está protagonizado por Christian, duque de Jervaulx, y Maddy, hija de un matemático con el que Christian debate y realiza cálculos. Maddy tiene 28 años y es una mujer muy seria. Christian tiene 32 y es considerado un libertino incapaz de comprometerse. Antes de que comencéis a pensar que es la típica historia de duque conoce chica inocente y se reforma, ya os digo yo que no es así. Maddy solo ve a Christian en una ocasión antes de que a él le suceda algo que le cambiará la vida y no cae rendida ante sus encantos, su encuentro es especial, pero no parece que vaya a dejar huella en ninguno de los dos. Posteriormente, Christian, que llevaba días encontrándose mal, sufre una especie de ataque y se difunde el chisme de que ha muerto, pero meses después Maddy entra a trabajar en un manicomio dirigido por su primo y descubre que Christian es uno de los pacientes.
Lo que os voy a decir no es un secreto, ya que es fácil deducir qué le ha sucedido a Christian por los síntomas que muestra desde la primera página. A Christian le ha dado un ictus (un accidente cerebrovascular) que le ha dejado diversas secuelas, entre ellas la de no poder comunicarse. En su época es probable que no supieran diagnosticar eso, así que su familia y los médicos creen que lo que ha sufrido es un castigo divino por su comportamiento y que sus excesos le han pasado factura. Aunque el manicomio en el que está es privado y "lujoso", Christian no lo está pasando precisamente bien y la llegada de Maddy supondrá un cambio importante. Todos creen que Christian no se entera de nada, pero ella verá que no es así e intentará averiguar hasta qué punto comprende las cosas y si es posible que su estado mejore.
A mí esto me pareció bastante original, la situación de Christian es inusual y hace que la historia no se centre únicamente en el romance. Los narradores son tanto él como Maddy, por lo tanto, debido a su estado, las partes de él son diferentes y vemos pensamientos que están cargados de confusión y las dificultades que tiene Christian para entender lo que le dicen. En ocasiones, no solo es que no entienda, sino que no es fácil para él recordar algunos conceptos, él mismo dice que "palabra desaparece, desaparece, siempre... se aleja". Sabe lo que quiere decir, pero no sabe qué palabra es la correcta y ni siquiera puede pronunciarla. En ningún momento nada de esto me resultó molesto, creo que le aportaba realismo a la historia y así podía ir comprobando qué sentía realmente Christian y las pequeñas mejorías que experimentaba ocasionalmente.
Esta portada es horrorosa, no os imaginéis a Christian así... |
Se siente atrapado y odia ver la forma en la que algunos le tratan, pero agradece los gestos amables hacia él y está desesperado por volver a ser independiente. Maddy le tiene un poco de miedo al principio, le han dicho que es violento y teme que la pueda atacar, pero muestra valor y se esmera en ayudarle aunque no siempre acierte. Lo que yo valoraba de ella es que sus intenciones eran buenas y me hacía gracia cómo se ponía nerviosa ante pequeños gestos tiernos de él hacia ella.
Pensad en Christian así y olvidad la imagen cutre de la portada que puse antes ❤ |
A pesar de sus dificultades, Christian siempre encuentra el modo de ir sorprendiendo a Maddy con algunas palabras y con ciertas acciones que a mí me hicieron suspirar.
Me emocionaba con los pequeños juegos de seducción que llevaba a cabo y si yo hubiera sido Maddy me hubiera derretido ante Christian más de una vez por lo dulce que podía llegar a ser.
Y ahora vamos con Maddy. Maddy me cayó bastante bien al principio, me gustaba que tuviera carácter, que se preocupara por ver más allá de lo que otros veían, la delicadeza que tenía para ayudar a Christian y al mismo tiempo su capacidad para saber ponerse firme cuando era necesario.
Lo que me confundía en los primeros capítulos es que hablaba de "Amigos" (así, con la primera letra en mayúscula siempre), "Sociedad de Amigos", principios de sencillez en el habla y en el vestir, la fe de los Amigos... Yo no sabía qué era esto y menos aún sabía lo que era una cuáquera, que es lo que resulta ser Maddy. La autora no explica bien este tema, o por lo menos a mí me costó pillarlo, pero resulta que es como una creencia y que la gente que la practica no miente ni considera que haya clases sociales y otras cosas. Yo llegué a escribirle a Celes para preguntarle si ella creía que Maddy estaba en una secta o si ella por casualidad sabía qué era eso de los cuáqueros, pues me sentía realmente tonta hasta que lo entendí.
Y esa dichosa creencia, religión o lo que sea es lo que acabó enfureciéndome. No la creencia en sí, a mí eso me daba lo mismo, lo que me cabreó es que Maddy llevó su fe al límite. Lo bueno es que esto me pasó después de la mitad, hasta entonces, Maddy era un personaje muy prometedor. Como dije, Maddy es una mujer decidida y lo que pasaba entre ella y Christian no era previsible, el futuro de él era incierto y su estado lo complicaba todo.
No hay un amor a primera vista ni mucho menos, hay sentimientos que se van desarrollando gracias a pequeños gestos, pero cuando llega el momento en el que su personaje debe evolucionar, Maddy va y hace lo contrario.
Después de la mitad, Maddy se pone especialmente pesada con eso de ser cuáquera y se niega a ayudar a Christian cuando él más la necesita.
No quiero que se me malinterprete, no digo que tuviera que renunciar a sus creencias por un hombre, pero no es justo que se negara a colaborar si sabía que se iba a cometer una injusticia.
Siempre se respaldaba en que debía hacer lo correcto como cuáquera aunque eso supusiera hacerle daño a Christian. Independientemente de que lo amara o no, por simple sensatez tendría que haber sabido que lo correcto era no estar quejándose y no estar ayudando a regañadientes o amenazando con marcharse constantemente.
Inevitablemente, esto provocaba que yo dudara de su supuesto amor por Christian.
Es cierto que a veces al final cedía, pero previamente se había quejado tanto que me daban ganas de entrar en el libro y gritarle que si no hubiera sido tan pesada nos hubiera ahorrado sufrimiento a todos, es decir, a Christian y a los lectores. En ocasiones (en muy pocas ocasiones), Maddy llevaba razón, pero quería imponer su voluntad y daba a entender que ella era mejor que los demás, le faltaba ser capaz de escuchar a los otros y explicarse en vez de decir que se tenía que hacer x cosa y punto.
A pesar de esto, no puedo darle una puntuación baja a la novela porque me ha mantenido atrapada y cada vez que me ponía a leer me costaba parar porque necesitaba saber qué iba a suceder.
También debo destacar lo que mencioné de que la trama es original y los protagonistas deben hacer frente no solo a los problemas que les causan otros sino también a las dificultades que tiene Christian a raíz de su ictus.
Maddy y Christian son quienes centran la atención la mayoría del tiempo, pero hay pequeñas apariciones de la familia de él que son para complicar aún más las cosas. Quieren despojar a Christian de sus posesiones porque consideran que está mentalmente incapacitado y que pasará su vida recluido en el manicomio. Los únicos buenos en su entorno son un par de amigos que cobran relevancia en la segunda mitad del libro y que son maravillosos. Cuando más enfadada estaba con Maddy, ellos me sacaban una sonrisa por su forma de ser. Respecto a Maddy, su padre es el que realiza algunas aportaciones clave y creedme que adoraréis a ese señor. Y luego hay algunos cuáqueros que... no voy a decir nada, en verdad ellos no son el problema, es Maddy la que con su actitud hizo que me cayeran rematadamente mal.
Los últimos capítulos son de infarto, es difícil dar nada por sentado y se sufre. Ahí quise a Christian más que nunca y me pareció sublime algo que hizo, si hubiera sido una película me hubiera levantado y me hubiera puesto a aplaudir. Con Maddy no me voy a repetir, aprecié a su personaje y también la odié a muerte, pero agradezco algunas escenas preciosas que la autora hizo que tuvieran ella y Christian.
No voy a hablar de cómo son las escenas románticas porque considero que podría ser spoiler, yo leí una reseña cuando todavía no había terminado el libro y me sorprendió saber algo. Solo os diré que todos y cada uno de los momentos de este tipo son geniales y están adaptados a las circunstancias de los protagonistas.
Si os gustan las novelas románticas, es posible que ésta pueda gustaros. Sus 543 páginas no os dejarán indiferentes, de eso estoy segura, lo que no os puedo prometer es que no os exasperaréis viendo ciertos comportamientos que ya he explicado.
Valoración del libro: 8/10 "Una historia de amor que se sale de lo común y que tiene momentos verdaderamente preciosos entre Christian y Maddy, sus protagonistas. El principal fallo es que ella comienza a mostrarse antipática después de la mitad, lo que hizo que yo dudara en varios momentos de sus sentimientos. En cambio, él es maravilloso y a mí me robó el corazón y sufrí y me emocioné con todo lo que le iba pasando y con lo que hacía".
Todo lo expresado anteriormente es mi opinión, esto no significa que esté en contra de otros puntos de vista u otro tipo de opiniones. Si queréis preguntar algo o queréis dar vuestra valoración, no dudéis en dejar vuestro comentario, siempre que lo hagáis de modo respetuoso.
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